Actualizado el martes, 23 abril, 2024
En el mundo del trekking y el deporte en la montaña hay varias reglas básicas que hay que cumplir siempre: ir bien equipado, alimentarse bien, transitar sobre los senderos o el monte siempre con seguridad e hidratarse correctamente.
Esta última necesidad la cubre bien el agua, pero ¿qué ocurre cuando nos quedamos sin ella? En este artículo quiero mostrarte cómo potabilizar agua, en qué consiste este proceso y cuáles son las precauciones a seguir en caso de que tomes agua directamente de la naturaleza para el consumo.
EN QUÉ CONSISTE LA POTABILIZACIÓN DEL AGUA
La potabilización del agua no es más que el proceso que hace que el agua sea segura y apta para el consumo humano. A través de diferentes procedimientos, conseguimos eliminar o desactivar los agentes contaminantes y los microorganismos patógenos presentes en ella.
Potabilizar agua es una práctica muy común entre los aficionados a la montaña y a los deportes de naturaleza. Por lo general suelen acudir a ella en situaciones de emergencia cuando no hay acceso a otras fuentes de agua potable seguras, cuando se agota el agua que llevan para cubrir la ruta o como medida preventiva en caso de necesitar agua más adelante.
En algunos casos, los montañeros más expertos optan directamente por este recurso para reducir el peso en su mochila y recargar las reservas solo en momentos puntuales.
Sea como fuere, para llevar este proceso a buen puerto hay que tener cierta experiencia y nociones básicas sobre ciencia y supervivencia en entornos al aire libre. Pero no te preocupes, potabilizar agua es algo fácil de llevar a cabo.
PRECAUCIONES PARA LA TOMA DE AGUA EN LA NATURALEZA
Al recolectar agua de la naturaleza hay que tener presente que por muy nítida y clara que parezca eso no garantiza en ningún momento su potabilidad. Por ello, debemos seguir una serie de pautas con las que estaremos completamente seguros de que el agua es de calidad.
- Recurre a chorreras o arroyos, agua que esté fluyendo y no a la estancada en charcos o lagos, ya que esta última puede acumular bacterias y parásitos. Dentro del agua que circula es preferible la que procede de manantiales, directamente de la roca. Si no es posible, intenta ir al lugar más cercano del nacimiento de ese flujo de agua.
- Toma el agua de lugares en los que haya poca presencia humana y de ganado. Los rebaños pueden contaminar el agua de acuíferos, manantiales y arroyos con sus excrementos. Por ello, aunque el agua corra puede no ser apta para el consumo.
- El agua de nieve es una opción interesante, pero está muy poco mineralizada y puede acabar deshidratando al organismo. Si optas por esta fórmula añádele siempre pastillas de sales, siendo una buena opción el formato efervescente.
- En el momento de la toma de agua, no te acerques más de lo necesario a la fuente para evitar la contaminación con tierra y otros materiales circundantes. Y por supuesto, utiliza envases limpios.
QUÉ MICROORGANISMOS PERJUDICILAES PODEMOS ENCONTRAR EN EL AGUA
Antes de meternos de lleno en cómo potabilizar el agua para consumo humano es importante hablar de los agentes patógenos de los que nos tenemos que proteger. Ojo, es diferente agua contaminada de agua no potable. Ninguna de las dos es apta para beber, pero la primera es, además, peligrosa para el medio ambiente.
El agua que está en la naturaleza tiene bacterias, virus y parásitos, pero esto forma parte de la naturaleza, luego no es perjudicial para el medio ambiente. Diferente es que esté contaminada, pues eso sí pone en peligro los ecosistemas. Aclarado esto, aquí van los principales microorganismos perjudiciales presentes en el agua.
Virus
Son los microorganismos de menor tamaño. No suelen ser un problema en territorios de montaña poco humanizados ni en países desarrollados, pero su presencia sí es muy común en aguas tropicales.
Los virus pueden transmitir enfermedades como la polio o la hepatitis, resisten a la congelación y son muy contagiosos. Una infección tras beber agua con presencia de virus puede provocar los primeros síntomas a las 24 ó 48 horas y entre estos aparecen los vómitos y la diarrea.
Bacterias
Las bacterias son más grandes que los virus, lo que facilita que puedan ser eliminadas mediante sistemas físicos de filtrado.
Desencadenan enfermedades como el tifus, el cólera, la disentería o la salmonelosis.
La llegada de los primeros síntomas es más tardía que con los virus, entre 2 y 5 días. En este caso, a los vómitos hay que sumar náuseas, fiebre, dolor de cabeza y dolor abdominal. Las bacterias sobreviven en aguas frías.
Parásitos
Otros agentes patógenos peligrosos son los parásitos. Aquí podemos incluir microorganismos como los protozoos y las amebas y animales invertebrados pequeños como los gusanos. La buena noticia es que para eliminarlos del agua basta igualmente con purificadores físicos. Los parásitos sobreviven en aguas frías, como las bacterias.
Las enfermedades más comunes que provocan son la giardiasis y la criptosporidiosis, que generan dolor de cabeza y de estómago, fiebre, flatulencia, náuseas o diarreas. Los parásitos son más lentos en el proceso de infección, ya que los síntomas llegan de 2 a 20 días tras la ingesta de agua.
CÓMO POTABILIZAR AGUA EN LA MONTAÑA
En el apartado anterior, cuando explicaba qué microorganismos o agentes patógenos son los más peligrosos comentaba que los sistemas de purificación física logran acabar con todos estos enemigos salvo los virus. Sin embargo, existen otros métodos igualmente efectivos como el hervido, la potabilización química o incluso fórmulas que son menos útiles en la naturaleza, como el sistema SODIS, que utiliza la luz solar. Te muestro con detalle cómo funcionan algunos de estos métodos para potabilizar agua en la montaña.
Decantado del agua
Este método no elimina ningún agente patógeno de los tratados, pero sí sirve para eliminar restos de suciedad como tierra y arena.
Es una solución muy básica que consiste en dejar reposar el agua recogida para que las partículas en suspensión se asienten en el fondo. Más adelante el agua se traslada a otro recipiente evitando mover las partículas del fondo.
Como consejo, haz uso de esta práctica únicamente en aguas en buenas condiciones que estén turbias por restos de tierra o barro.
Hervido
El hervido es una forma simple y eficaz de eliminar microorganismos, pero es poco práctica en plena actividad física. Para lograrlo tenemos que calentar el agua hasta llevarla a ebullición y dejarla hervir de 2 a 5 minutos.
Así eliminamos todos los patógenos salvo el virus de la hepatitis. Resulta muy útil en campamentos, pero obliga a transportar un hornillo y una bombona de gas.
Filtros o sistemas de purificación física
Los filtros y membranas que se usan para potabilizar agua cuentan con una malla de tamaño menor a una micra, aunque lo recomendable es que sea inferior a las 0,4 micras. Con este sistema se eliminan parásitos y bacterias, aunque no virus.
La principal ventaja es que es un sistema fácil de usar, aunque es cierto que ocupan mucho espacio en la mochila y requieren de mucho mantenimiento.
Una alternativa a los filtros tradicionales son los bidones que incorporan su propio sistema de filtrado. Por lo general los botes tienen mallas de 0,1 o 0,2 micrones, lo que sí permite acabar también con muchos virus. Estos bidones aportan agua estable de manera inmediata.
Pastillas potabilizadoras de agua
Las pastillas son un método químico de potabilización. Se adquieren en tiendas especializadas en equipamiento de naturaleza, montaña y supervivencia.
Al entrar en contacto con el agua las pastillas liberan oxígeno que desinfecta virus y bacterias. Para los parásitos es necesario utilizar dióxido de cloro.
Su ventaja es que apenas ocupan espacio en la mochila, pero la contrapartida es que la potabilización no es instantánea, sino que hay que esperar un tiempo prudencial (el que marcan las indicaciones). Además, el agua toma un fuerte sabor a cloro y otras sustancias químicas.
Yodo
Otra forma de potabilización química. Aquí tenemos que añadir de 2 a 10 gotas de yodo por cada litro de agua recogida y dejarlo actuar durante al menos media hora.
El método es válido para eliminar virus y bacterias, pero no parásitos. Como ocurre con las pastillas, el sabor del agua no es agradable. Además, el yodo puede causar problemas en embarazadas y personas con tiroides, que no deben utilizarlo.
Lejía
Funciona como el yodo, hay que añadir dos gotas de lejía por cada litro de agua y no beber el agua hasta pasados 30 minutos.
Este sistema es efectivo para acabar con bacterias y parásitos, pero no con los virus. El agua no sabe bien, pero al menos está potabilizada. Además, no vale cualquier lejía.
Está bien que conozcas estos conceptos sobre cómo potabilizar agua y qué fuentes de agua son las más convenientes para mantenerte hidratado en plena montaña o en la naturaleza. No obstante, si vas a llevar a la práctica estos procedimientos, sigue al pie de la letra estos consejos y las indicaciones de las pastillas potabilizadoras o los sistemas del bidón. Por muy cristalina y limpia que parezca el agua, nada de esto asegura que sea apta para el consumo humano, así que no abandones nunca la prudencia.
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